Cardioprotección en el sector hotelero y hostelería
El poder para salvar vidas
La función de los programas de desfibrilación temprana en el sector hotelero y hostelería
Los programas de desfibrilación temprana son la clave para una industria hotelera y hostelera que vela por la seguridad del corazón.
Puesto que el paro cardíaco repentino es potencialmente mortal y una respuesta inmediata resulta fundamental para la supervivencia, un número cada vez mayor de hoteles, restaurantes y demás empresas de hostelería están adoptando los programas de desfibrilación temprana con el fin de garantizar la seguridad de sus clientes. Estos programas, que a menudo forman parte de una iniciativa más amplia de gestión de riesgos, ofrecen desfibriladores externos automáticos (DEA) junto con la planificación e instalación necesarias para ayudar a garantizar un uso correcto.
Además de salvar vidas, la instalación de DEA como parte de un programa bien diseñado y dirigido puede ayudarle a:
Aumentar la motivación de los empleados y la satisfacción de los clientes, gracias a un entorno más seguro.
Crear una imagen pública positiva.
Distinguir su negocio en el mercado.
Reducir su riesgo de responsabilidad.
Ayudar a los concesionarios de franquicias, mediante prácticas recomendables con respecto a los paros cardíacos repentinos.
Cuando se trata de actuar ante un paro cardíaco repentino, una respuesta rápida marca la diferencia. El paro cardíaco repentino hace que la víctima pierda la consciencia de forma inmediata y se desplome. No se detectan signos vitales: no tiene pulso regular ni respiración. El tratamiento recomendado para el paro cardíaco repentino es la RCP inmediata realizada por un testigo presente en la escena (combinando compresiones torácicas y ventilaciones) y una desfibrilación eléctrica temprana.
Es importante realizar las maniobras de RCP junto con la desfibrilación para tratar a víctimas de paro cardíaco repentino, ya que es posible que la RCP no restablezca el ritmo cardíaco adecuado por sí sola.
Los DEA de hoy en día son fáciles de usar. Una serie de instrucciones de voz y texto le guiarán en el proceso. Si es usted el testigo más próximo, puede aplicar la descarga al músculo cardíaco para restablecer el ritmo y el pulso. La víctima no resultará dañada, porque el botón de choque no se activará si el ritmo cardíaco no es susceptible de descarga. La rapidez es esencial, ya que por cada minuto que se retrasa la desfibrilación, las probabilidades de supervivencia se reducen en un 7% a 10%.
Es posible salvar a una víctima de paro cardíaco repentino usando un DEA. La tecnología avanzada de hoy en día hace que el procedimiento resulte sencillo.